miércoles, 27 de marzo de 2013

* La ley de la fe *



No todos los que dicen ser de la fe poseen fe.
Y existen los que dicen no tener más fe y, de hecho, la tienen.
A pesar de que la fe tiene sus misterios y secretos, una cosa es cierta: quien es de la fe no siente. Toma actitudes, obedece.
Actitudes que no dependen de lo que se siente.
Se trata de obediencia pura.
Obediencia por la fe.
Es la obediencia la que muestra, determina y caracteriza a la fe.
Vea el ejemplo de fe dado por Jesús:
“Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.
Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al Reino de Dios.”
 Mateo 21:28-31
Quiere decir que, cuando los malhechores obedecen la Palabra de Dios, llegan primero al Reino de Dios que muchos de los “de la fe”.
Sucedió lo mismo con Abraham:
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.” Hebreos 11:8
Note que su fe era seguida de obediencia.
Abraham creyó en la promesa y partió sin saber para dónde iba…
¿Sabe por qué la mayoría “cristiana” ha cargado una vida maldita?
Porque cree en la Palabra de Dios pero no La obedece.
La desobediencia fue, es y seguirá siendo la causa de la maldición.
No hay maldición sin causa.
Por otra parte, la maldición sin causa no se cumple. Proverbios 26:2
No existe la manifestación de la fe sin la obediencia, así como no existe la obediencia sin la actitud de fe.
Prepárense para subir al Monte de la Transfiguración el día 14 de abril. Los que creen, los que representan a Pedro, a Santiago y a Juan, que fueron escogidos por el Señor Jesús, van a subir todos juntos, en el Mismo Espíritu, en una sola fe y en un solo objetivo: buscar la Promesa del Dios Padre: … bendición y vida eternaSalmo 133:3

Mensaje del blog del obispo Edir Macedo 

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